Debutó el 4/9/1982, contra Valencia. Perdió 2 a 1, hizo un gol. Buscaba revancha después de la frustración mundial. No se la hicieron fácil. Una hepatitis, primero. Un golpe criminal, después. Ganó la Copa de la Liga y la Copa del Rey. El 5 de mayo de 1984 se despidió con una derrota, contra Athletic de Bilbao, en la final de la Copa del Rey.
Jugó 58 partidos y convirtió 38 goles. Por encima de todo, su magia está en la memoria catalana.
Fuente: www.diegomaradona.com
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